jueves, 22 de mayo de 2014

Si caes, levantate en el Nombre del Señor

En la vida nos enfrentaremos con diferentes caídas, con momentos dolorosos que querrán obligarnos a no intentarlo más. Y es que el dolor de algunas caídas es tan profundo que nuestra mente muchas veces quiere rehusarse a volverlo a intentar.

Quizá algunos de ustedes hoy se sienten derrotados, quizá estas experimentado una caída muy fuerte, de esas dolorosas que nadie quisiera experimentar, las fuerzas se te han ido, crees que no vale la pena quizá volverlo a intentar o simplemente tienes miedo de volver a caer y lastimarte.


La Biblia nos dice:
“Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse…” Proverbios 24:16a 
(Reina-Valera 1960)

Quizá las cosas se salieron de control, quizá en algún momento has pensado en renunciar, en no seguir mas, en rendirte. Pueda que esa caída que acabas de experimentar o la que experimentaste hace un tiempo pero que aun no puedes superar, está causando en ti la indisposición de volverlo a intentar.

¡Vamos! ¡Levántate e inténtalo otra vez!, Dios quiere que sepas que Él está contigo, que lo que has experimentado servirá para cimentar tu fe, para crear en ti un carácter de siervo, pero que al volverlo a intentar lo lograras.

Quizá caerás, quizá te golpearas, quizá dolerá, pero ¡Levántate!, no fuiste llamado para retroceder, no fuiste llamado para quedarte en el suelo después de una caída, tú has sido llamado para conquistar, para vencer, para lograrlo, tienes la capacidad de hacerlo porque Dios la deposito en ti y como respaldo de eso, Él ha estado, está y estará contigo, porque no te dejara, porque no permitirá que seas vencido, por lo tanto: ¡Levántate!

Quizá caerás, pero sobre todo LEVÁNTATE cuantas veces sea necesario, porque hay algo está claro y esto es: ¡Tú eres un vencedor!

¡LEVÁNTATE!






Heme aquí mi Señor


Heme aquí mi Señor, después de tanto tiempo de carrera.
Estoy aquí para decirte, lo que siento y que no es fácil
expresarlo con palabras.

Lo que has hecho Tu en mi vida, hoy te quiero agradecer.
Solo quiero decírtelo otra vez.

Que te amo, que te anhelo
Y que a nadie entregaré mi corazón porque,
Yo te amo, yo te amo y solo vivo para amarte.

Y hoy aquí te diré
Solo mírame a los ojos
Lo que no hayas escuchado
Lo encontrarás en mi plasmado
Porque vivo para amarte.

“El te envíe ayuda desde su Santuario y te sostenga desde Sion.
Tenga él memoria de tus ofrendas y acepte tu holocausto…”
Salmo 20:2 y 3.






martes, 20 de mayo de 2014

Jesús, el centro de mi vida ♥


«Piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro,
 en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo 
lo que merece alabanza» 

(Filipenses 4: 7, 8).










Fe


«Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. 
Entra y alégrate conmigo» (Mateo 25: 21).



AMOR

«Pero el más grande de todos es el amor» (1 Corintios 13: 13, PDT).
Pablo dice que el Espíritu Santo te ayudará a producir frutos maravillosos. ¿Sabes cuál es el primer fruto? El amor. Pablo quiere que sepamos que el amor es lo más importante.
Pablo escribió otra carta a unos amigos que estaban discutiendo sobre cuál don era el más importante. Les dijo: «Los dones no importan si no tienen amor».
Algunos decían que el don de profecía era el más importante. Pablo dijo: «Ustedes pueden conocer todos los secretos de Dios, pero si no tienen amor, no sirve de nada». Otros decían que el don de saber hablar era el más importante. Pablo dijo: «Pueden llegar a hablar tan hermoso como un ángel, pero si no tienen amor, sus palabras serán solo ruido.
Serían como una campana o un tambor que suena». Trataré de comunicarte un mensaje con esta campaña. [Toque la campana varias veces.] ¿Entendiste el mensaje? No. Fue solo ruido. No significa nada.
El amor es lo único que hace que algo valga la pena. El amor es el primer fruto del Espíritu Santo. Es el fruto más dulce de todos. [Pegue el corazón de papel en el árbol que hicieron en la lección anterior]
Querido Jesús, ayúdame a aprender a amar.



MI NOMBRE EN SU MEMORIA

“Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos, Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria”. Isaías 49:1.
Mis padres, muy ligados a la fe católica, desde pequeña me llevaban semanalmente a la iglesia, pero fue mi Padre celestial, quien me tuvo en su mente antes de que estuviera en el vientre de mi madre, me escogió y guio, por sendas que aún no conocía, hacia su luz admirable. Cursaba el primer año de secundaria en un colegio de religiosas cuando mis padres decidieron separarse. Fue una experiencia muy triste para mí. Afronté muchos conflictos internos, y me convertí en una jovencita retraída y melancólica. Ya no era la misma; no reía y me llené de resentimiento y dolor al punto de no querer estudiar más. Mi madre, muy preocupada, habló con una amiga, que fue e instrumento de Dios para dar un giro a mi vida.
Esa amiga conocía el problema y le dijo a mi mamá: “Tengo un hijo en un colegio cristiano y es muy feliz allí. Le han enseñado cosas maravillosas. ¿Por qué no visitamos juntas ese colegio y pruebas allí con tu hija?”. Un día, mamá llegó con la noticia: me había matriculado en el colegio adventista. A mí me daba igual, no me alegraba ni me entristecía. En ese momento no podía imaginar lo que encontraría allí: amigas cristianas que me amaron e incluyeron en su grupo como si yo fuera muy importante para ellas, profesores comprensivos, pero por sobre todo encontré a mi amado Jesús, quien llenó mi vida por completo. Él me devolvió las ganas de vivir y empecé a asistir cada sábado a la iglesia.
El 27 de diciembre de 1986 me bauticé. Una de mis mejores amigas me regaló el libro El camino a Cristo, que afianzó mi fe, y entendí el incomparable amor de Dios por mí. Todo iba bien hasta que mis amigas decidieron ir a la Universidad Peruana Unión, en Lima. Quedé sola otra vez. Empecé mis estudios de Obstetricia, hasta que una noche, orando a Dios, le pregunté: “Señor, ¿crees que yo también pueda ir a esa universidad?”. Un año después, Dios me llevó a su universidad. Pasé duras pruebas pero, tomada de su mano, Dios trazó mi futuro.
Amiga, nadie diseñará mejores planes para ti. Él te llamó desde las entrañas de tu madre y tiene tu nombre en su memoria.
Rosa Llontop Díaz de Valladares, Perú


lunes, 19 de mayo de 2014

Visualizando mi futuro


El peso de nuestra grandeza no es lo que tenemos, sino lo que hemos dejado atrás”. ¿Que tienes que dejar atrás para abrazar un Nuevo horizonte y un futuro lleno de esperanza para ti, ara tu hijos, tu familia, tu matrimonio?.
Pablo decía: Una cosa hago con tal que acabe mi carrera, ciertamente dejando lo que queda atrás y me extendiendo a lo que esta por delante, de frente a mi. Futuro, dile a dos o tres; tu tienes un futuro.
Visualízate en Él. ¿Cuánto peso de nosotros estamos dispuestos a poner en una palabra de Dios?
La cantidad de poder que necesitamos no es el peso nuestro, sino la responsabilidad de quien te habla y te llamó. La medida del peso de la palabra de Dios en tu vida se desata en proporción a la respuesta a ella. “DIOS QUIERE PONERTE EN UN LUGAR EN DONDE OTROS PASARÍAN LA VIDA CONSIDERÁNDOLO”.



Valores para transmitir a nuestros hijos

Educar a un niño no es una tarea fácil, más bien todo lo contrario.

Aquí encontrará una guía con algunas pautas básicas para comenzar esta difícil y desafiante experiencia con éxito. A veces, para los adultos es difícil distinguir lo que está bien de lo que está mal, imagínese entonces lo que les costará a los niños hacer esta diferenciación. Todos los padres se preocupan por la salud, educación y el bienestar de sus hijos, pero y los valores éticos dónde entran? ¿Cuáles son los más importantes y cómo inculcarlos?


1. TOLERANCIA
Comprender la posición de los otros y considerar las afinidades y las diferencias es primordial para ser tolerante. Al primer signo de intolerancia, recuérdele que la base de la convivencia es la aceptación y que lo diferente no es malo, sino simplemente distinto. Enséñeles que todo el mundo tiene derechos que deben ser respetados: Así defenderán sus propios derechos y comprenderán los de los demás.


2. SOLIDARIDAD

Hay que enseñarles a ponerse en el lugar de la otra persona y que entiendan que las necesidades de los demás deben atenderse como las propias. Asignar a sus hijos tareas como poner la ropa sucia en el cesto destinado a ella, hacer la camas o colgar la toalla después de bañarse les hará entender el valor de lo que significa ayudar en la casa. Es bueno elogiar su comportamiento, especialmente, cuando lo hacen sin esperar nada a cambio.


3. JUSTICIA
Los niños deben saber que las necesidades o deseos de los demás serán tenidos en cuenta, al mismo tiempo que los suyos. Hay que ayudarlos a superar su tendencia al egoísmo e interesarse sólo por sus necesidades.


4. VALOR
Cuando la persona admite sus errores, demuestra que tiene coraje. También se requiere valor para soportar las bromas y disgustos que nos causan los demás. Los padres deben dar ejemplos cuando se enfrentan a situaciones que le producen temor, para que los niños puedan ver como manejar su propio miedos. Ayúdelos a combatir sus temores, animándoles a creer que puedan controlar la situación y enseñándoles la valentía a través de la resolución de problemas.


5. VOLUNTAD
Es necesario que generen energía interior para afrontar las dificultades, retos y esfuerzos de la vida. En el día a día de la convivencia familiar, y mediante pequeños esfuerzos, los padres pueden hacer de sus hijos personas acostumbradas a afrontar y superar las dificultades que exigen empeño y esfuerzo.


6. RESPETO
Hay que tratar a los hijos con respeto. Cuando los regañamos, debemos hacerlo de buenas manera, sin insultarlos, ya que es mejor ejemplo es escuchar a los demás. Respetar su intimidad y sus pertenencias, con actos como llamar a la puerta antes de entrar en su cuarto o pedirle los lápices de colores antes de usarlos, demuestra que valoramos sus pertenencias y su espacio.


7. LEALTAD
Una persona leal cumple las promesas y se sacrifica por los demás. Para que lo cumplan es importante darles el ejemplo fomentando el compromiso familiar.


8. PACIENCIA
Es esencial que comprendan que no siempre pueden obtener lo que desean y que no, necesariamente, tienen derecho a todo lo que le piden. Es importante hacer que sus hijos trabajen para obtener lo que quieren, así aprenden a posponer la satisfacción de sus deseos y saben que lo que desean sólo se logra con esfuerzo y paciencia.


9. RESPONSABILIDAD
Una actuación responsable implica una aceptación personal y libre de la tarea y una motivación interna para llevarla a cabo. Hay que encomendar tareas para los niños, según su edad; cada vez será mayor el número de situaciones de las que puedan hacerse cargo y su sentido de la responsabilidad se irá perfeccionando.


10. AUTODISCIPLINA
Ser capaces de decidir cuáles son los límites de nuestros comportamiento y respetar los límites de los demás. Para lograrlo se deben establecer reglas. A partir de los 8 años se comprende mejor la conveniencia de sacrificar los gustos personales en interes del grupo. El respeto a las reglas favorece el sentido de la justicia, de la lealtad, del orden, del derecho y del deber.




Como ser un buen Cristiano

Lo primero y más importante que hay que entender y recordar siempre es que Dios te ama! "Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." Romanos 5:8


La Biblia nos dice que todos somos pecadores y todos hemos pecado "... No hay justo, ni aún uno." Romanos 3:10 y en Romanos 3:23 "Por cuanto todos pecaron y están destituídos de la gloria de Dios."


¿Porqué debemos sentirnos preocupandos al ser pecadores? Cuando pecamos rompemos las leyes de Dios. Cuando rompemos las leyes, hay que pagar multas (o penalidades). La Biblia claramente nos dice cual es la paga del pecado. "La paga del pecado es muerte, mas la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús."

Romanos 6:23
Podemos ver la solución de Dios a nuestra naturaleza pecadora en el texto anterior de Romanos 6:23 "... más la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús."


Hasta este punto, Dios ha hecho todo. El nos ha amado. Nos ha mostrado nuestros pecados. Nos ha dicho cuál es la paga de esos pecados. En Romanos, capítulo 10, versículos 9, 10 y 13, podemos ver cómo deshacernos del pecado... "Todo aquel que confesare con su boca que Jesús es el Señor y creyere con su corazón que Dios lo resucitó de los muertos, será salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia; y con la boca se confiesa para salvación." 13 "Pero todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo."


Cuando nosotros creemos en Dios y en nuestro salvador Jesucristo y confesamos que El es nuestra única esperanza de salvación, vamos a cosechar (o recoger) las recompensas de la gracia de Dios. Romanos capítulo 8, versículos 16 y 17 dice, "El Espíritu dá' testimonio a nuestro propio espíntu de que somos hijos de Dios: 17 Y si hijos, herederos, herederos de Dios, y co-herederos con Cristo; así que lo que hemos sufrido con El, entonces lo compartiremos en su gloria."


Uno de los más conocidos versos de la Biblia resume todo. En el libro de Juan, capítulo 3, versículos 15 al 18 dice "Para todo aquel que cree en El (Jesús) no se pierda, sino tenga vida eterna 16 De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado su único Hijo, para todo aquel que en el cree, no se pierda mas tenga vida eterna 17 Porque Dios no mandó a su hijo para condenar al mundo, sino para salvarlo 18 Todo aquel que cree en Jesucristo no es condenado; pero todo aquel que no cree ya ha sido condenado pues no ha creído en el nombre del único hijo de Dios"


Lo único que necesitamos hacer es creer y pedirle a El que nos salve y El lo hará.
Si tú crees tú quisieras que Jesús te salvara, TU puedes orar directamente a El y pedirle que te salve. Si no sabes como decirlo, haz la siguiente oración:

Querido Dios,Sé que soy pecador y confieso que he pecado en tu contra. Sé que merezco pagar por mis pecados. Pero creo que Jesús murió para pagar por la deuda de mis pecados y pido el regalo que Tú has ofrecido. Ven a mi vida y sálvame, de manera que ahora tenga vida eterna en el Reino de Dios. Ahora dependo solamente en Jesucristo para mi salvación. Ayúdame a vivir para tí y ayúdame a ser un buen Cristiano. Lléname con tu Espíritu santo. Gracias por el regalo de la vida eterna, tu hijo, Jesucristo, y gracias por enseñarme el camino. Amén



miércoles, 14 de mayo de 2014

Video de Alabanza: Inmenso Amor


Dios les Bendiga Grandemente




La lección de la torta

porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón’. 1 Samuel 16:7.

Acabábamos de mudarnos a nuestro nuevo lugar de trabajo. Mi hija mayor cumplía años y decidí organizarle un encuentro para compartir con los nuevos amigos de aquel lugar. Así, me dispuse a preparar los alimentos para la fiesta. En primer lugar me concentré en la torta, ya que sería la “estrella” de la ocasión.

En vez de usar alguna receta conocida, decidí probar una nueva receta de torta de naranjas,  rellena de crema de naranjas, que acababa de aprender. Le puse una deliciosa cobertura que ya había hecho en otras ocasiones y por último, una capa crocante de nueces picadas. Parecía exquisita. Casi podía imaginarme a los invitados deleitándose con ese manjar.

Llegó el momento de la fiesta y coloqué la torta en una mesa preparada especialmente para ella. Todos expresaban su asombro al considerarla un deleite para la vista y seguramente para el paladar. Eso pensábamos todos hasta que, después de soplar las velitas, la cortamos y servimos… para comprobar que estaba muy seca y el relleno, pegajoso, a pesar de que el sabor no era desagradable. Lo único que no había fallado era la cobertura. ¡Qué desencanto sufrimos todos con aquella torta! De más está decir que nadie quiso una segunda porción…

Al acostarme esa noche no podía dejar de pensar en la torta. ¡Tan hermosa por fuera y tan diferente por dentro! Cuántas veces juzgamos a las personas por lo que vemos por fuera, o nos interesamos solo en nuestra apariencia externa. Por el contrario, los ojos de Dios ven lo que nadie ve: el corazón. Al Señor no podemos engañarlo con una apariencia deslumbrante, ni desilusionarlo con una apariencia sin gracia. Él nos conoce bien y juzga con justicia y misericordia.

Agradezco a Dios por conocerme como soy, sin coberturas ni adornos, y aun así amarme. Es tiempo de cambiar los ingredientes de mi corazón y volver a los que conozco y sé que son buenos, y dejar de probar recetas nuevas… Como dijo Jeremías, es tiempo de pararnos en los caminos, preguntar por las sendas antiguas, andar por ellas y hallar descanso para nuestra alma (Jer. 6:16).

Karina Stecler de Guzmán, Argentina

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DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014

DE MUJER A MUJER

Úsame Señor para hacer tu voluntad

Y es necesario que el evangelio sea predicado 

antes a todas las naciones.

 Marcos 13:10.

Señor, cómo luchamos contra la entrega total a ti. Ayúdame este día a entregarme 

íntegramente a tu causa. Úsame, Señor, para ser una bendición este mismo día.





Oscuridad total

“Por la tierna misericordia de nuestro Dios, por la cual el Sol naciente vendrá a visitarnos desde el cielo, para dar luz a los que habitan en tinieblas y sombra de muerte, y guiar nuestros pies por el camino de la paz” (Lucas. 1:78, 79).

¿Sabías que existe una comunidad de animales marinos que vive alrededor de una fisura, por donde sale agua caliente que entibia el agua del mar, a 2.700 metros de profundidad, cerca de las Islas Galápagos? Ellos son diferentes de todos los demás que habitan en nuestro planeta.

Existen nuevas formas de cangrejos, ostiones, mejillones y gusanos tubulares. La mayor diferencia es su capacidad de existir sin alguna relación con la luz solar; carecen de sistema digestivo, no tienen boca y no comen. Se dice que esas criaturas existen sin dependencia de la luz solar. La luz directa del sol sostiene la mayor parte de la vida terrena; además, la gravedad solar hace posible que las demás formas de vida sobrevivan. Dios sustenta a todos sus hijos, aun a los que todavía no han visto la luz del  Sol de Justicia (Mal. 4:2).


¡BUSQUEMOS JUNTOS!

Por: Santiago y Priscila Tucker

10 Citas Bíblicas para meditar.


;ral“Pues a sus ángeles mandará cerca de ti, que te guarden en todos tus caminos”.

 Salmo 91:11.


;ral“Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Eclesiastés 4:12.


;ral“Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas”. 

Salmo 17:8.


;ral“El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos" Deuteronomio 33:27.


;ral“’Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. 1 Juan 1:7.


;ral“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza”. Efesios 6: 10


;ral“El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos”. Proverbios 17:22.


;ral“Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas”.

 Salmo 9:1.


;ral“Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”. Proverbios 23:26.


;ral“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. 

Apocalipsis 3:5.



Dios mio, en ti Confío!


Querida amiga, hoy tenemos la oportunidad de mantener limpios nuestros pensamientos, sentimientos y avenidas del alma; presentarlos níveos, perfectos y agradables a los ojos de nuestro amante Padre celestial, para ofrecerle la adoración que se merece. Entonces, nuestra comunicación con él será transparente y directa, y nos elevará hasta el sublime trono de la gracia, de donde escucharemos la voz: “Bien, buen[a] sierv[a] y fiel [...] entra en el gozo de tu Señor” (Mat. 25:21).









lunes, 7 de abril de 2014

Amonestaciones de la Sabiduría

Proverbios 1: 8 - 33

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
    Y no desprecies la dirección de tu madre;

Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.

                 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
No consientas.

Si dijeren: Ven con nosotros;
Pongamos asechanzas para derramar sangre,
Acechemos sin motivo al inocente;

Los tragaremos vivos como el Seol,
Y enteros, como los que caen en un abismo;

Hallaremos riquezas de toda clase,
Llenaremos nuestras casas de despojos;

Echa tu suerte entre nosotros;
Tengamos todos una bolsa.

Hijo mío, no andes en camino con ellos.
Aparta tu pie de sus veredas,

Porque sus pies corren hacia el mal,
Y van presurosos a derramar sangre.

Porque en vano se tenderá la red
Ante los ojos de toda ave;

Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,
Y a sus almas tienden lazo.

Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
La cual quita la vida de sus poseedores.

La sabiduría clama en las calles,
Alza su voz en las plazas;

Clama en los principales lugares de reunión;
En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.

¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,
Y los burladores desearán el burlar,
Y los insensatos aborrecerán la ciencia?

Volveos a mi reprensión;
He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,
Y os haré saber mis palabras.

Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,

Sino que desechasteis todo consejo mío
Y mi reprensión no quisisteis,

También yo me reiré en vuestra calamidad,
Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,
Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;
Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.

Entonces me llamarán, y no responderé;
Me buscarán de mañana, y no me hallarán.

Por cuanto aborrecieron la sabiduría,
Y no escogieron el temor de Jehová,

Ni quisieron mi consejo,
Y menospreciaron toda reprensión mía,

Comerán del fruto de su camino,
Y serán hastiados de sus propios consejos.

Porque el desvío de los ignorantes los matará,
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;

Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.




Jehova es mi Pastor


Salmo de David.

23  Jehova es mi pastor; nada me faltará.
En Lugares De Delicados pastos me hara DESCANSAR; 
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma; 
Me Guaira porción Sendas de justicia por amor de Su Nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, 
No algúno mal Temere, Porque Tu Estarás conmigo; 
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa Delante de mi cuarto Presencia de Mis angustiadores; 
Unges mi cabeza estafa ACEITE; mi copa rebosando no está.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán de Todos los Días de mi vida, 
Y en la casa de Jehová moraré porción Largos Días.






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